¿Sabes cuáles son las 7 cualidades para convertirte en un padre o madre maravilloso/a?
Según Álvaro Bilbao (Doctor en psicología, neuropsicólogo y padre de 3 niños) son 7.
Os dejo mi propio parafraseo de un artículo de su blog.
Ser afectuoso
La seguridad, la confianza y la identidad en nuestros peques se gesta en el contacto físico afectivo con sus padres. Se trata un poco de “cachorrear” a menudo con ellos: abrazarlos, besarlos, acariciarlos y el uso de un lenguaje cariñoso.
Saber escuchar
Lo cuál no es solo oir. Es prestar atención, comprenderlos y hacer que se sientan comprendidos. Dejar que nos cuenten cómo les fue en el cole y hacerles preguntas del tipo: ¿y cómo te sentiste cuando pasó eso?
Ser paciente
Esto lo aprendemos desde que son bebés y nos toca estar en vela muchas noches. La paternidad o maternidad es como el trabajo de un buen agricultor, uno siembra la semilla y espera con paciencia a que brote el fruto (y ya sabes que esto no es de la noche a la mañana).
Le gusta hacer bizcochos
Según Álvaro Bilbao “compartir nuestras aficiones hace que compartamos tiempo, que les dediquemos nuestra atención de una forma plena y que seamos capaces de disfrutar con ellos contagiándoles nuestro entusiasmo y nuestro deseo de estar con ellos” Si te gusta hacer bizcochos ¡hazlos con ellos! aunque la cocina se quede patas arriba.
Saber meter la pata
Porque errores los cometemos todos. Pero no todos lo sabemos reconocer, ni todos nos atrevemos a pedir perdón a nuestros hijos cuando les fallamos. Cuando les pedimos perdón, estamos modelando en ellos la conducta de reconocer nuestros desatinos y a vernos como personas imperfectas que están aprendiendo día a día a ser mejores.
Hace lo que puede
Muchos papás y mamás viven con una gran carga de culpabilidad porque no llegan al estándar de la paternidad o maternidad moderna: los horarios laborales y la falta de conciliación, las dificultades económicas, no poder llevar a sus hijos a todas las extraescolares, tener una casa más grande o celebrar un mega cumpleaños con toda la clase. Sus hijos, con el paso del tiempo, los admiran porque se van dando cuenta que están dándolo todo por ellos (aunque no tengan de todo).
Saber manejar situaciones difíciles
No es fácil estar calmado en momentos de tensión. Pero cuando lo logramos los niños se sentirán seguros y estables. Podrán tirar un vaso de agua al suelo sin que peguemos un grito. Lo recogeremos con tranquilidad. Y aquí no ha pasado nada.
RECUERDA, SEGURAMENTE NO SEAS UN PADRE O MADRE MARAVILLA, PERO SÍ PUEDES SER UNO/A MARAVILLOSO/A.